About three things I was absolutely positive. First, Edward was a vampire. Second, there was a part of him –and I didn’t know how dominant that part might be- that thirsted for my blood. And third, I was unconditionally and irrevocably in love with him.
Es gab drei Dinge, deren ich mir absolut sicher war: Erstens, Edward war ein Vampir. Zweitens, ein Teil von ihm – und ich wusste nicht, wie mächtig dieser Teil war – dürstete nach meinem Blut. Und drittens, ich war bedingungslos und unwiderruflich in ihn verliebt.
Estaba totalmente segura de tres cosas. Primera, Edward era un vampiro. Segunda, una parte de él, y no sabía lo potente que podía ser esa parte, tenía sed de mi sangre. Y tercera, estaba incondicional e irrevocablemente enamorada de él.
J’étais à peu près certaine de trois choses. Un, Edward était un vampire ; deux, une part de lui – dont j’ignorais la puissance – désirait s’abreuver de mon sang ; et trois, j’étais follement et irrévocablement amoureuse de lui.
* * *
Hoy platicaremos de unas cosas muy, muy feas, y que por desgracia parecen tan trágicas como ineludibles. Me refiero, claro está, a los grandes enemigos públicos: el doblaje y la traducción. Más de una vez nos hemos topado con nuestro libro favorito totalmente deformado cuando se pasa a otro idioma, y, ¿a quién no le ha pasado que prende la tele para ver su película favorita y se encuentra con que le han robado la magia con un terrible y espeluznante doblaje? En el caso de nuestra Saga esto es cosa seria, porque gran parte de la fuerza de la trama se pierde al traducirse, y una parte importante del elenco posee voces que por ningún motivo merecen ocultarse.
Por supuesto que no tiene nada de malo traducir un texto, evidentemente es algo necesario porque sería imposible que todos hablásemos todos los idiomas existentes. Pero, ¿qué les cuesta hacerlo bien? ¿Por qué parece una regla que cuando se traduce algo hay que quitarle al menos la mitad de su intención original y todo su espíritu? ¿Por qué traducir hoy en día se ha vuelto un sinónimo de reescribir?
La versión al español de Alfaguara es un claro ejemplo. Como la nuestra es una lengua más amplia y variada que el inglés, los señores traductores sintieron que podían tomarse algunas licencias y al momento de pasar el texto original lo sustituyeron por palabras “mejores” y más “elegantes” que acabaron por echar a perder absolutamente todo. Veamos el capítulo de Eclipse en el que Rosalie cuenta su historia. Las palabras exactas con que Stephenie lo bautizó fueron Unhappy Ending. ¿Cómo traducirían ustedes esto? Veamos: el título alude a los cuentos de hadas, que siempre tienen “final feliz.”. Unhappy es lo contrario de happy, palabra que significa ‘feliz’, o sea que unhappy significa ‘infeliz’. Ending es otra forma de end, es decir, ‘fin’ o ‘final’. Todo lo anterior significa que la traducción del título de este capítulo sería Final Infeliz, ¿verdad? Pues bien, veamos la elección de vocabulario de Alfaguara:
“Desenlace Desafortunado”
¿Es broma? ¿Verdaderamente necesitaban hacer eso? ¿Qué tenía de malo la traducción literal, que por aquello de los cuentos de hadas era la única traducción posible? Como experiencia personal, yo leí Twilight y New Moon enteros, pero en cuanto llegué a este punto de Eclipse, cuando vi la deshonra hacia Rosalie y su pasado, no lo pude terminar. A la fecha no he reunido el valor para leer Breaking Dawn, por miedo de verlo tan deformado como Unhapy Ending.
Una situación similar, aunque no tan grave, es la que encontramos en la versión al francés. Lo que salva a los galos es que, si bien en ocasiones también da la impresión de estar leyendo una historia distinta, la esencia de la historia se respeta, y al leerla aún es posible sentir la intención original que Stephenie imprimió a sus novelas. El cambio más significativo fue sin duda el de los títulos, pues la Saga lleva por nombre “La Saga del Deseo Prohibido” (Saga du désir interdit) y las cuatro obras son: Fascination, Tentation, Hésitation y Révélation.
De la que muchos deberían aprender es de la traducción de Alemania. Aún cuando es un idioma áspero por naturaleza, duro y que aparentemente contrasta con la dulzura de la Saga, la traducción es tan literal como fue posible, y consiguieron mantener intacto el espíritu de cada libro. Escogieron perfectamente cada palabra, haciendo cambios únicamente cuando era imprescindible. Los títulos en alemán son : Bis (s) zum Morgengrauen, Bis (s) zur Mittagsstunde, Bis (s) zum Abendrot y Bis (s) zum Ende der Nacht. Hasta el amanecer, Hasta el atardecer, Hasta el anochecer y Hasta el fin de la noche. Se juega con la palabra “bis”, pues con minúsculas y una sola S quiere decir hasta, pero con mayúscula y doble S significa mordida. Si no contamos los títulos, la traducción es perfecta.
A pesar de todo, las traducciones tienen justificación; sinceramente es imposible hablar todos los idiomas existentes y en más de una ocasión la obra en nuestra lengua es muy útil. Podríamos entonces perdonar la falta de sensibilidad de algunos traductores al momento de trabajar con un texto. Lo que no tiene razón de existir son los doblajes. Los Twilighters mexicanos lo vivimos recientemente, cuando Canal 5 transmitió Twilight en dos ocasiones a finales del año pasado. Personalmente, decidí no verla después del shock que me produjo el spot publicitario, pero aún así me enteré, no en vano dice el refrán que las malas noticias vuelan. No sólo las voces elegidas eran por demás inadecuadas para los actores, afectadas y una falta de respeto para timbres tan exquisitos como el de Kristen o Nikki, sino que, al igual que los responsables de Alfaguara, el equipo de Canal 5 decidió tomarse la libertad de cambiar cuantas frases quisieron. Prácticamente reescribieron algunos diálogos, arruinando así los años de trabajo de Stephenie y Melissa.
Vean ustedes por favor el trabajo original:
Y a lo que quedó reducido con el doblaje a español latinoamericano:
No se puede dar una razón válida para la presencia de los doblajes a partir de que existen los subtítulos. Y si bien cualquiera que haya visto el DVD de New Moon con subtítulos en español sabe que también en ese espacio se puede ser aterrador, uno tiene el recurso de ignorarlos y enfocarse en el audio, pero esta vía se destruye con la presencia del doblaje. Si tan sólo respetaran lo que originalmente se dice tal vez podríamos perdonar que se sustituya el exquisito acento británico de Michael Sheen, o el tono rasposo de Kristen, o la sensualidad espontánea de Nikki por tonos vacíos que nunca podrían comparárseles, pero ni siquiera conservan ese respeto elemental hacia el trabajo ni de la autora, ni de la guionista, ni de los actores. Es casi físicamente doloroso ver una cinta de la Saga doblada, al menos al español (una vez más Francia y Alemania se pusieron las pilas al respecto. Sus voces no se comparan, pero dicen las cosas tal cual.)
Realmente lo más aconsejable es leer no sólo éstos, sino todos los libros que sean posibles en su idioma original, al igual que utilizar subtítulos en la misma lengua o simplemente quitarlos completamente. En el caso de Twilight, bueno, el inglés es un idioma bastante sencillo y que ya forma parte de la cotidianidad de la mayoría, así que verdaderamente no sería un gran esfuerzo. Verdaderamente vale muchísimo la pena hacer de lado nuestro idioma materno con tal de apreciar esta obra en su máximo esplendor. Hagamos un esfuerzo, les aseguro que vale muchísimo la pena.
PS: Aunque a mí personalmente me encantó las voces traductoras de Latinoamerica, sin embargo las de España, dejan mucho que desear.
No hay comentarios:
Publicar un comentario