Al igual que Leah, Charlie es uno de los personajes más dulces e inocentes de la Saga, pero al mismo tiempo de los más maltratados. Por lo consiguiente, el día de hoy está dedicado al Jefe Swan.
Charlie Swan es un personaje muy, muy especial, que nunca ha sido valorado como se merece. Charlie, durante todos los eventos de la Saga e incluso antes de ellos, fue engañado y lastimado. Lo que le hizo Renée, primero acelerarse al matrimonio y darle una hija para después irse llevándose a la niña en medio de reproches acerca de cosas de las que él no tenía la culpa. Después, tiene que batallar para ver a su hija al menos una vez al año, teniendo que lidiar primero con el siempre expresado odio de Bella por Forks y luego con la incomodidad de ir a Phoenix y tener que enfrentarse con Renée, sólo para que tras algunos años dicha hija lo mantuviese engañado todo el tiempo. Bella jamás tuvo el valor para sincerarse con él y decirle la verdad acerca de Edward, de su verdadera naturaleza y familia. Charlie nunca supo que alguien intentó asesinarla y que ésa era la razón por la que Bella había salido de Forks y por la que fue a dar al hospital en Phoenix; Charlie únicamente se quedó con el falso reproche de su hija de que era miserable en Forks, igual que su madre antes que ella, dejándole al pobre hombre un recuerdo y una culpa que no merecía.
Pero el dolor de Charlie no termina ahí. A todo padre le causa un gran sufrimiento ver a su hijo con el corazón roto, y ese tiempo en el que Bella sufrió por el abandono de Edward también fue una época dura para Charlie, meses de desesperación en los que sólo podía ver cómo su niña se autodestruía por un hombre que a ojos de él no había hecho más que dañarla. De acuerdo con Charlie, en Twilight Bella pelea con Edward, se va a Phoenix, y va a dar al hospital con medio cuerpo roto; en New Moon él se va y ella pasa nueve meses catatónica y destrozada; en Eclipse se enfrenta a la disyuntiva del chico que la había destruido y el que le prometía amor, dulzura y una vida tranquila; en Breaking Dawn la ve rechazar al que le ofrecía la paz para irse con quien la había dañado, desaparecer y volver convertida en algo quizá siniestro sin explicación alguna.
Charlie, simplemente, es amor. Es una de las representaciones más bonitas que existen del amor filial. No es inmortal, no tiene poderes ni se transforma en nada, no es el más guapo ni el más veloz, él es simplemente un humano. Sin embargo Charlie es el más valiente, el más fuerte. Afrontó el abandono de su esposa, el ver crecer a su hija a distancia, a pesar de la forma en que ella lo trató en Twilight se preocupó por su bienestar, trató de persuadirla para que se quedara. Supo resistir y ser fuerte para ella cuando Edward la destrozó, e hizo lo que cualquier padre habría hecho después de ver que un chamaco la botaba, la hacía pasar meses de sufrimiento, y encima ella se desaparece tres días para ir por él.
Charlie, como es de esperarse dado todo lo anterior, no se encontró muy cómodo con la idea de dejar casar a Bella con Edward tras los eventos de New Moon. Para colmo, todo lo que obtuvo por su voto de confianza fue la repentina desaparición de Bella trajo la excusa de una supuesta enfermedad. Charlie se moría de la angustia mientras Bella se moría de parto. ¿No creen que se necesitaban uno al otro? ¿No creen que se hubiesen podido evitar mucho sufrimiento si Bella hubiese confiado en él, se habrían apoyado mutuamente, ella no habría estado sola ante la presión de su marido para que abortase, sino que su padre la hubiera defendido, y en general el apoyo moral mutuo habría sido enorme. Recordemos lo feliz que estaba Charlie cuando Bella por fin se fue a vivir con él definitivamente, y que Edward hace notaren Midnight Sun que aunque Charlie es discreto y tiene problemas para expresar sus sentimientos, el amor que le tiene a su hija va más allá de toda medida.
A la fecha Charlie no sabe que tiene una nieta. Lo intuye, lo supone, tras haber visto los ojos de Bella, sus propios ojos, en el rostro de Renesmee, pero nadie ha tenido la delicadeza de confirmárselo. En la boda le entregó a Edward a su niña, su hija, la Bella con dos pies izquierdos que siempre conoció; la persona que le devolvieron tras meses de angustia y de no saber nada era una completa extraña que tiene que aprender a conocer de nuevo. Para colmo viene acompañada de una niña que dice haber adoptado pero que tiene un parecido extraordinario con ella y con el yerno. Cualquier padre estaría aterrorizado por el bienestar de su hija, y no habría sido de extrañarse o de criticar que se la hubiese llevado de Forks para alejarla de tanta locura. De ahí que era fundamental la comunicación entre Bella y Charlie.
Se podría argumentar que todo lo que Bella hizo fue para protegerlo, porque de enterarse de la verdad se pondría en un peligro mortal, pero aún así creo que es desconsiderado engañarlo de esa forma. Diría mi madre: “Todo el mundo lo hace tonto: la hija, la ex mujer, el yerno. Se burlan, lo tienen como tonto, esperando a lo que le quieran decir, a lo que lo dejen saber.” Charlie merecía todo el respeto del mundo, como ser humano y como padre, y la verdad por mucho que Bella insistiese una y otra vez en que lo quería mucho y que todo lo que le ocultaba era por su propio bien, ese respeto que se le debía no figuró mucho. No es poca cosa que apenas puede llamarlo “papá”, y que a su espalda siempre le dice Charlie, como un extraño.
Lo que puede quedarnos de consuelo es que así como se atisba que Charlie entiende que Renesmee es su nieta, la hija de Bella, también encontramos pinceladas de que empieza a rehacer su vida al lado de Sue Clearwater. La presencia de Sue se hace notar en la boda de Bella y Edward, en la primera Navidad de Renesmee, en esos momentos donde Charlie necesitó un poco de cordura para tratar de entender por sí mismo (ya que Bella guardaba el secreto) todo lo que ocurría a su alrededor. Sue estuvo ahí justamente para lo del apoyo mutuo que mencionábamos antes; ella acababa de enviudar y tenía dos hijos shape-shifters y Charlie tenía una hija recién vampirizada, una nieta híbrida, una ex-esposa recién vuelta a casar y nadie que lo consolara. Sue por fin comienza a arrojar luz en la mente de Charlie, a ayudarle a entender sólo lo que hacía falta y a lidiar con esta bizarra situación. Eso me hace sentir un poco más tranquila por el futuro de Charlie. Bella difícilmente se sincerará del todo con él, así que todo será un trabajo de adivinación. Pero si tiene a Sue a su lado estoy segura de que será más fácil salir adelante.
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